lunes, abril 19

La ida a la peluquería


Pues bien, el sábado pasado llevamos a Sofía para que le cortaran el cabello, inicialmente solo queríamos eso, es la segunda vez que la llevamos.  La chica que le cortaría el cabello nos preguntó cómo queríamos el corte, mi esposo y yo nos miramos y ni idea, que falta de experiencia, entonces, mi esposo dijo: que no le quede muy cortico, y yo le dije que la idea era irle organizando el corte para que le fuera creciendo bien. Comenzó el proceso tranquilamente, ahora los salones de belleza o peluquerías para niños son todo un lujo, bien dotados, las sillas son en formas divertidas, tienen televisores en cada cubículo, a Sofía le colocaron Discovery Kids y a otros niños más grandecitos les tenían video juegos, mientras les hacían los diferentes cortes y peinados en todos los estilos… Fue cuando nos contagiamos de todo ese glamur y decidimos que también la peinaran, su primer peinado… Yo recuerdo cuando era niña, en mi época no habían todas esas cosas de peluquería para niños, o por lo menos no en mi mundo, recuerdo que mi abuela cogía una totuma y me la ponía en la cabeza para ir pasando la tijera por los bordes… y muévase para que vea lo que pasaba, ¡regaño fijo!, que risa... ¡Ahora es mucho más divertido!
Bueno, terminó el corte de cabello y comenzó la fase de peinado, yo pensaba que la chica que estaba haciéndolo debía tener mucha paciencia y cuidado porque Sofía se movía para todos lados, sin embargo, allí seguía la chica haciendo un buen trabajo, un elástico aquí, fijador, otro elástico allá… más fijador… un moño rosadito, una cinta… y al final… un hermoso peinado para una linda princesa. 
Pero ahí no paro la cosa, la chica fue más allá… le coloco un polvito brillante en el cabello, rubor y unos corazoncitos en cada mejilla y finalizó con un poco de brillo en los labios… ahora sí quedó como toda una diva y mi esposo exclamo ¡AHORA LO ENTIENDO TODO!... Claro, ahora mi esposo entiende por qué cuando las mujeres nos vamos para la peluquería nos demoramos horas, decimos que vamos para una cosa y terminamos haciéndonos muchas más, pero regresamos totalmente lindas… ¡Gracias Sofía!
Cuando llegamos a la casa Sofía ya se había quitado los corazoncitos, ummm...
Abrazos y seguimos en contacto.
Diana R.

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